No diría que soy hipersensible a nivel visual, aunque es cierto que a veces los estímulos lumínicos me duelen un poco, pero hay otros sentidos para los que soy muchísimo más sensible. Sin embargo, sí que me doy cuenta de que hay ciertas cosas que a nivel visual me resultan molestas a la vista.
Como
lectora de cómics y aficionada a la animación que soy, puedo decir que esto me
afecta bastante:
Si hay una serie animada cuyo diseño de personajes me molesta a la vista, puede que la vea o puede que no, pero me sentiré muy incómoda, incluso si ese es el atractivo de la serie en cuestión. Por ejemplo, me cuesta la animación en la que los personajes tienen dibujados los labios o hay cierto realismo dentro de su caricatura:
Hay una
página web en la que puedes mirar qué series de animación japonesa saldrán en
cada estación del año. Mirando qué darán es cuando decido qué veré y qué no.
Uno de los factores que me influyen a la hora de decidir es justamente el
diseño de personajes. Si miro la portada y no me gustan los personajes, a menos
que me recomienden mucho ese anime, no lo veré. No solo se trata del diseño de
personajes, sino también de la paleta de colores y de los filtros de animación.
Con el
cómic me pasa algo similar, pero es incluso mucho más profundo, porque no solo
se trata del diseño de personajes: también entran en juego los escenarios, el
uso de grises y negros o el nivel de detalle y la sobrecarga de elementos.
No me
gusta el cómic americano. Aparte de por sus historias, que no me atraen y no me
suele entrar el tono con el que las explican, sobre todo es por el dibujo:
tanto nivel de detalle es agotador, me cansa antes de empezar a leer.
Por eso me
resulta más agradable el manga, porque hay de todo, no estoy obligada a leer
algo excesivamente detallado. Por ejemplo, One Piece es uno de los
mangas más populares de todos los tiempos, sino el que más, junto a Dragon
Ball. Pero tanto diálogo me agobia, tanta viñeta tan detallada y sobrecargada me hace
perderme… yo no entiendo las batallas de One Piece, las paso
directamente y me espero a que dejen de pegarse para saber qué ha pasado,
porque por más que miro esas imágenes soy incapaz de entenderlas y me crispo.
Si hablo de Dragon Ball, se me hace bastante agradable. Os ilustro la
diferencia:
Esto del
nivel de detalle me pasa cuando hay mucho detalle en el paisaje y en los
personajes al mismo tiempo. Si son viñetas de solo paisaje, no me molesta lo
más mínimo, incluso podría llegar a gustarme mucho.
Pero me ayuda mucho, sobre todo, el tema de los negros y los grises. Cuando era adolescente y empezaba a ver anime siendo consciente de que veía anime, uno de los primeros que vi fue Togainu no Chi. Hace unos meses atrás quise recordar viejos tiempos leyendo el manga. Había tanto negro en sus páginas que desistí. Lo intenté con todas mis fuerzas porque la historia me gustaba mucho, pero no pude resistirlo por más de la mitad de un capítulo.
El dibujante de mi manga favorito, Rainbow, tiene un punto que podría haber provocado que no leyera el manga por su nivel de detalle y por su uso de negros, pero lo compensa de una manera brutal: juega con los grises de una forma que, personalmente, me resulta muy agradable a la vista, tanto en los momentos de hacer el dibujo más realista y usar el gris como relleno para dar volumen, como en aquellos momentos en los que lo usa de una manera más natural.
El uso de grises para mí es muy importante. Naruto es una historia que tiene sus más y sus menos, pero yo veo una viñeta como la que pondré a continuación y me siento relajada:
Con los
videojuegos también me pasa, aunque en menor medida. Hay videojuegos que por su
diseño y ambientación visual no los jugaría. Me podrán decir que es muy bueno o
que me gustaría, pero no me entrará y no lo jugaré, entre otras cosas, porque
jugar a videojuegos por su coste económico es mucho más difícil que leer un
cómic o ver una serie o película de animación. Y, de hecho, debo confesar que,
una de las varias razones que tengo para no gustarme el género MMORPG, es
precisamente el diseño de sus menús y de sus paneles de acción. Es que se me
quitan las ganas ni siquiera de intentarlo. Me estresa tanta opción en
cuadraditos o redonditas pequeñas de colorines.
Podría
seguir dando ejemplos, pero creo que la idea se entiende perfectamente. Por el
hecho de ser autista, ya sabéis que hemos mencionado varias veces en este blog
que nuestro cerebro es hipo e hipersensible a ciertos estímulos, que serán
distintos según la persona. Pues esto condiciona en muchos aspectos de la vida
cotidiana y este es uno de ellos, en mi caso. Condiciona porque no es una cuestión de gustos, sino de incomodidad y molestia, e incluso de dolor.
Algo así
influye en mis experiencias artísticas a nivel general y, para mí, el arte es
muy importante en todas sus vertientes.
¡Qué buena la entrada! Imposible no sentirse cercano cuando los ejemplos son de anime, manga y videojuegos ♡
ResponderEliminarMe animaría a decir que el rechazo y molestia visual que te generan hasta tienen cierta lógica. Se supone que son un pasatiempo y al menos en lo que respecta a mangas y videojuegos cargadísimos de texto o atajos en pantalla es mayor el estrés visual que provocan en vez de relajar y despejar.
Claro, podría tener sentido que sea sensible al estrés visual o algo así. O que yo sienta mucho más el estrés visual que otra persona y por eso no me guste exponerme a este tipo de obras. Tiene todo el sentido. ¡Gracias! :).
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