El tema del contacto físico es una de aquellas cuestiones que varían mucho de autista a autista, incluso en la trayectoria vital de una misma persona. No recuerdo del todo bien cómo era yo de pequeña en este aspecto, pero, por anécdotas que guardo en mi memoria y por otras que me contaron, asumo que no era precisamente de mi agrado . Está, por ejemplo, aquella vez en primer curso de infantil, cuando hacía pocos días que había comenzado mi aventura escolar y la directora tuvo la brillante idea de cogerme en brazos. Entré en meltdown , pataleando, gritando, llorando… Tuvo que ayudarla el padre de alguien de mi clase y entrarme en el aula a la fuerza. Eso de que alguien me coja no es algo me guste tampoco en la actualidad y me tensa un poco, pero en un momento dado no me molesta . También estaba el tema de las abuelas. De mi abuela paterna recuerdo que le encantaba darme besos de jilguero y que yo a mi madre siempre le expresaba que no me gustaba ir a verla solo por eso . Una cosa que...
Este es el blog de una chica autista diagnosticada en la adultez. El autismo es pasarse el videojuego de la vida en Modo Difícil. Si quieres descubrir cómo se vive con autismo, adéntrate en las profundidades de este blog. Puedes escribirme si lo consideras necesario.