Muchas personas autistas tienen una capacidad empática enorme. Esto se puede manifestar de diferentes maneras según la edad que tengas. Yo recuerdo que, de pequeña, una de las cosas que más me afectaban era ver a alguien solo. Solo, que no marginado. Yo me montaba la película de que se sentía mal por estar así, daba igual si había elegido esa soledad o no. Entonces, cualquier ápice de dificultad social que tuviera, desaparecía casi por instinto. La primera vez que me pasó tenía cuatro años. Frente a mi casa había un parque y, en él, un abuelito sentado con sus muletas al lado. Me acerqué a él y le empecé a hablar, pensando que se estaría sintiendo mal por no tener a nadie a su lado. Me enteré de que su nombre era Pepito y que era vecino del barrio. Con Pepito hice muy buenas migas y se creó un vínculo especial que duró hasta el día de su muerte. Estábamos tan unidos que, el día que murió, yo lo sentí la noche anterior: soñé que estaba acostado en mi cama y que recibía un tiro por ...
Este es el blog de una chica autista diagnosticada en la adultez. El autismo es pasarse el videojuego de la vida en Modo Difícil. Si quieres descubrir cómo se vive con autismo, adéntrate en las profundidades de este blog. Puedes escribirme si lo consideras necesario.